ESTUPIDA ADICIÓN

Hace tiempo que ni nazco ni muero, que no estalla en mi pecho ni siquiera una maldita letras. Vivo en mi propio silencio, no se si es este año o son estos tiempo pero ya no hay días especiales, ni cumpleaños feliz, ni día de la marmota, no ha días de nada… Ya no hay días, solo una eterna noche. Una oscura noche sin estrellas. En la que yo no soy no estoy, no existo.
Desee que no me mirasen y ahora ya nadie me ve y en mi no existencia me esfuerzo por refugiarme en el rincón más pequeños de tu pecho, junto a tus latidos. Cada vez que termina la noche y le doy un portazo a la realidad.
He vuelto a las a andadas, a inventarme mundos de viñetas, preparada para mi gran evasión.
Se que los cerrojos no podrán salvarme, nadie puede salvarme ¿y yo? ¿Quiero salvarme? Lo malo del infierno es que crea adición y una enferma esperanza a la que agarrarse con un “quizás” un “puede ser” un “Cambiaran…” Pero los vientos no cambian, nunca cambian.
Se trasforman, crean tornados, yo no huyo ni corro solo me escondo. Me escondo detrás de mí, detrás de mí no ser, de mi enferma esperanza y mi estúpida adición.

2 comentarios

[Anónimo - 26 de marzo de 2010 - 01:46]

Pues yo sí te veo, te veo sólo leyéndote, porque aunque no te conozco, quizás tu mundo de viñetas,donde plasmas el fuego de tu pequeño infierno, es el único mundo donde algunos, como yo pueden refugiarse del purgatorio eterno. No es verdad, no puedes vivir en el infierno, creando paraísos.

[Suspirorubio - 25 de marzo de 2010 - 13:24]

Pues no te escondas porque si no, nos perderíamos tu bella y sincera sonrisa. Ya sabes lo que pienso y es normal que una manzana se encuentre rara o diferente entre castañas o alcornoques, como es tu caso, pero no por eso deja de ser buena. Ya sabes, que aún en la distancia física sigo estando aquí para lo bueno y sobre todo, para lo malo.